Durante años en nuestro país, Venezuela, llegar a viejo ha estado estigmatizado por la falta de comprensión en las calles, en dificultarles las cosas como por ejemplo; escalones altos, chóferes de busetas que no son tan pacientes como para esperar que se bajen o suban, cruces de calles donde no se cede el paso o se pisa el rallado. Sin embargo en los últimos tiempos hemos presenciado la reivindicación de los ancianos dentro de la sociedad; para empezar se les dice adultos mayores o tercera edad ya que viejo o anciano se considera despectivo, no pagan en el transporte público y hasta tienen asientos exclusivos para ellos, y sobre todo no tienen que hacer colas.
Es sobre este derecho en donde me quiero detener, porque realmente entiendo que una persona de edad avanzada no tenga que esperar parados tanto tiempo, así como he visto banco y otros lugares donde habilitan cajas o receptores exclusivos para nuestros seniles amigos. Sin embargo he notado a estas personas en actitudes extrañas en los bancos; despostan grandes cantidades de efectivo, llevan múltiples declaraciones de impuestos, llevan para pagar muchos servicios públicos. Una cosa es una viejita depositando una cantidad considerable de dinero, uno puede pensar -la Sra. esta ahorrando-, - no sabe hacer transferencias electrónicas, quien sabe? Pero cuando vez a un adulto mayor con mas de 15 declaraciones con IVA seria demasiado ingenuo creer que este Sr. tiene 15 empresas -¿y no esta retirado? ¿No tiene quien le haga la diligencia?-. Y es donde la perspicacia aflora y hace que uno piense –no tiene quien le haga la diligencia sin hacer cola-. He estado observando este comportamiento y generado la siguiente hipótesis: Las personas de la tercera edad están prestando servicios a terceros, aprovechando su condición privilegiada.
En nada me molesta que estas personas estén matando un tigre, pero como te pueden arruinar una visita al banco si te has encontrado una moderada cola o casi nada de ella y empiezan a apareces y a ejercer su derecho, no para una simple operación, sino para depositar el efectivo de una tienda, para pagar los impuestos de todos un centro empresarial o pagar la electricidad de toda la cuadra, uno tras otros pueden hacer de la cola, un nuevo concepto, de saber cuanto te falta para que te atiendan según cuantas personas tengas adelante, entra la nueva variable cuantos ancianos pueden aparecer en el tiempo que tardo esperando por mi turno.
Otra evidencia de dicha hipótesis esta en las elecciones, dicen que en la juventud esta la decisión del voto, pero es mentira, solo observen en las elecciones cuantos ancianos pasan sin hacer cola a votar, si agregáramos que se podrían estar poniéndoos de acuerdo, los de la tercera edad podrían estar decidiendo el futuro del país. Se que pueden estar pensando que es un poco exagerado, pero no nos dejemos engañar por su apacible senilidad, ellos están resentidos de años de atropello, ellos saben que tienen poder y que lo deben aprovechar. Hasta ahora no he visto al primer adulto mayor, cuando lleva uno de estos kilométricos depósitos, voltear para atrás y pensar en la pobres personas que llevan rato esperando, se hacen lo locos y luego cobran sus expeditos servicios basado en su edad, debemos estar alertas.
